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miércoles, 17 de febrero de 2016

Tips para Ser Bueno En La Cama

A continuación presentamos algunos detalles que todo hombre debería recordar antes de meterse en la cama (con una mujer, claro).

   


#1  Haz que se sientan deseadas


La confianza es esencial en el sexo, y no únicamente la que tienen los miembros de la pareja entre sí, sino también la que una persona mantiene hacia sí misma (y eso puede aplicarse tanto a hombres como a mujeres). Según Debby Herbenick, una de las sexólogas más importantes de EEUU y autora de Great in Bed (Dorling Kindersley) junto a Grant Stoodard, sus estudios habían demostrado que “las mujeres que se sienten más a gusto con sus genitales lo disfrutan más, tienen más orgasmos y mantienen una actitud más positiva hacia el sexo”. En otras palabras, sentirse deseada (bella, atractiva y reconocida), y no un mero objeto al que se recurre para calmar los instintos más primarios, es esencial para mantener una vida sexual saludable.


#2 Ve más allá de los puntos básicos


Los pezones, el clítoris o la vagina son los puntos fuertes de la sexualidad femenina y, conscientes de ello, los hombres se abalanzan sobre dichos puntos como si fuesen la llave que abre la puerta de la satisfacción de sus parejas. En realidad, no se trata de nada más que de atajos que exigen poco esfuerzo y que, a la larga, no dejan contento a nadie. Los muslos, el contorno de los pechos, el cuello, la espalda (u otras zonas inexploradas) también deberían ser objeto de las caricias del hombre.



#3 No te apresures

Como toda buena historia, el coito debe tener un planteamiento, un nudo y un desenlace. Si dedicamos dos minutos a poner en marcha la acción, otros dos a desarrollarla y cinco minutos a terminar no estaremos contando más que una anécdota. La sexualidad femenina es menos física y más psicológica que la masculina, por lo que ir in crescendo, preocupándose por cada uno de los pasos que se dan, es esencial para garantizar el éxito amatorio.


#4 No es un sprint, pero tampoco un maratón

Tan perjudicial puede ser darse demasiada prisa como ir lento, tan lento que terminemos provocando el sueño o el desinterés de la pareja. Como recuerda Madison Moore, algunos hombres se empeñan en mantener el carrusel de sensaciones durante tanto tiempo que el coito parece no terminarse nunca. Pongamos fin en algún momento, ya habrá tiempo para más. Lo poco agrada y lo mucho cansa (física y mentalmente).


#5 No seas un cobarde

Durante el encuentro sexual, tanto hombres como mujeres adoptan diferentes roles, tanto de comportamiento como de dominación/sumisión, aunque no haya esposas ni látigos implicados en el asunto. Es decir, quién da el primer paso, quién dice a la otra persona qué hacer, etc. Aunque no debemos traspasar ciertos límites sin el beneplácito de nuestra pareja, una excesiva cortesía puede acabar con todo el morbo de la situación. Es decir, nada de “¿le importa que le desabroche el sujetador? Gracias”.

 


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